Psicooncología La psicooncología surge de la psicoterapia especializada en pacientes oncológicos. Trabajamos con la persona y sus familiares para abordar todo el proceso (preparación para intervenciones, tratamientos, efectos secundarios, cambios en imagen corporal, niños, pareja, miedo a la recidiva, duelo...)
Psicología Clínica Nuestro objetivo es ofrecerte un espacio en el que te sientas cómodo y seguro para ayudarte a superar problemas de ansiedad, depresión, trastornos del estado de ánimo, trastornos del control de impulsos, fobias o traumas ¡Pregúntanos si podemos ayudarte!
Chemobrain ¿Has notado pérdidas de memoria, confusión mental y te cuesta más hacer las cosas después de los tratamientos ? Se llama Chemobrain y puede durar desde meses a años tras la finalización de la quimioterapia. La rehabilitación de Chemobrain nace de la investigación en psicooncología y la neurología
Realidad Virtual Adéntrate con un terapeuta en las situaciones que te producen mayor ansiedad y regúlate. Aprende las herramientas necesarias para poder exponerte con éxito ante cualquier situación
On-line No te preocupes si no puedes asistir a la consulta. Recibe tus sesiones de psicooncología, psicología o de realidad virtual desde tu casa. ¡Pregúntanos los formatos disponibles en cada caso!
Estética Oncológica Cuidamos de tu piel pre, durante y post los tratamientos oncológicos. Dependiendo la fase del proceso en la que estés cuidaremos de tus manos, pies, uñas y cicatrices con tratamientos específicos para tu piel.
Me diagnosticaron cáncer en Mayo 2016. Me acuerdo perfectamente de que pedí que me adelantasen la cita de la mamografía porque tenía un viaje con mi familia y no podía acudir. No podía creerlo, incluso al inicio del tratamiento no podía creer que me estuviese pasando de eso. El primer problema surgió cuando llegué a casa y tuve que contárselo a los niños. Viví con mucha rabia que los médicos no quisieran quitarme la otra mama. Al final comprendí que lo único malo que le pasaba era mi propio miedo, y no querían negarme una parte sana de mi cuerpo. Lo más duro para mí fue la fatiga y el cansancio acumulado al terminar los tratamientos y la larga espera hasta la reconstrucción. En ese momento nadie me había hablado de la psicooncología, hasta que un día que Merche (la enfermera que me hacía las curas) me habló de que había psicólogos especializados en cáncer. Enseguida me puse a buscar y encontré a mi preciosa Marta. A día de hoy todavía sigo cansada pero hago mi vida perfectamente, soy mucho más consciente sobre las cosas que pasan en mi día a día. Vivo a otro ritmo, diferente y mejor.
O.R.F
El día de mi 30 cumpleaños el Dr. Meléndez me dijo que tenía cáncer. Había notado un pequeño bulto al que no había querido darle importancia porque era muy joven y siempre había pecado de hipocondriaca. Fue mi novio quien me dijo que fuese al médico y le taché de exagerado (reconozco que muy en el fondo de mí quería que alguien me empujase a dar el paso que a mí me daba miedo dar). Estaba en mi mejor momento, lo tenía todo: trabajo, me había independizado, vivía con mi pareja... ¡ Y de repente todo se paró!. Desde el principio fui consciente de que iba a necesitar ayuda para aguantar todo lo que se avecinaba (miedos, pruebas, tratamientos, pinchazos, pérdida de pelo, vómitos, etc) y mi madre me acompañó a preguntar si en el hospital había servicio de psicooncología. Me dieron cita para dentro de dos semanas pero sabía que no iba aguantar y ahí encontré a Marta. A las dos semanas fui igualmente a la cita pero el trato y el tiempo no tenían nada que ver ¡Ya había encontrado a mi persona! Todavía no he terminado los tratamientos pero soy muy consciente de que si no llega a ser por la ayuda recibida, no estaría en las condiciones que estoy ni con la fuerza que tengo. Puedo decir que me he sorprendido a mi misma por permitirme ser feliz debajo de la tormenta
M.N.A
Yo siempre me había considerado una persona nerviosa, lo aceptaba, sabía que no era lo mejor para mí pero decía a mi misma que no era para tanto. En mi trabajo siempre he tenido mucha responsabilidad y todo el mundo acudía a mí, sabían que me cuesta decir que no. Mi familia y mi pareja también habían asumido que era así y aunque me decían siempre que tenía que relajarme, habían normalizado mi situación. Un día fui a mi médico de atención primaria y cuando me preguntó ¿qué tal? Me puse a llorar sin ningún motivo y no era capaz de parar. Me aguantó como una santa pero me dijo que no podía seguir así y que necesitaba buscar ayuda profesional. Le dije que tenía una amiga psiquiatra y me dijo que en mi caso me recomendaba un psicólogo. En aquel momento ni sabía cuál es la diferencia. Se lo conté a mi hermana y me puso en contacto con Marta. Llevo sólo tres meses con ella pero ha sido un gran cambio en mi vida. Ahora sé qué me merezco, que los límites son necesarios y estos no me convierten en mala persona, y gestiono mucho mejor mi ansiedad. PD: ¡la nueva consulta es preciosa!
Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario en nuestra web. Si sigues utilizando este sitio asumiremos que estás de acuerdo.ValeNo